Características:
Sombrero que en su máximo apogeo puede llegar a superar los 10 cm de diámetro, con forma netamente convexa durante la mayor parte de su desarrollo, pero con una depresión central que permanece e incluso se acentúa en la madurez, cuando suele aplanarse o embudarse un poco. Su cutícula es de color rojizo predominante, posee franjas concéntricas en las que el rojo se alterna con líneas más cremas, y está recubierta de una fuerte pilosidad que le confiere un aspecto lanoso, con la vejez puede llegar a desaparecer este revestimiento. El margen es incurvado en los especímenes jóvenes y después liso, el revestimiento lanoso es más patente en él que en el resto del sombrero.
Láminas decurrentes, apretadas entre sí, bastante estrechas, de color crema en la mayoría de los casos, ocráceas de viejas y con reflejos rosados en la juventud.
Pie proporcionado al sombrero, central y cilíndrico, algo atenuado en la base en algunos ejemplares, lleno de joven y posteriormente hueco, de color claro, blanquecino cuando la seta es joven, con el tiempo adopta tonos más rosados o cárneos. Suele presentar escrobículas rosadas, pero no lo hace en todos los ejemplares.
Carne consistente de color blanco, espesa, pudiendo adquirir tonos rosados en ocasiones. Exuda un látex de color blanco inmutable al aire y sobre las láminas, solo llega a amarillear sobre un pañuelo, este látex es picante. Tiene un olor afrutado no desagradable y un sabor marcadamente acrescente.
Hábitat:
Especie que forma micorrizas de forma exclusiva con los abedules, sobre todo crece en zonas de montaña. Los especímenes recolectados se hallaban en bosque mixto de abedules, roble y haya, formando corros o hileras de numerosos ejemplares. No es una especie que se vea con frecuencia al tener un hábitat exclusivo, sale sobre todo durante el otoño.
Observaciones:
Este Lactarius provoca trastornos gastrointestinales serios, se caracteriza por su color rojizo, cutícula lanosa zonada concéntricamente, látex blanco inmutable y su hábitat exclusivo bajo abedules de montaña. El Lactarius pubescens, también de abedules, no es zonado y su cutícula es más clara, de blanquecina a crema, y es igualmente tóxico. En otros hábitats salen Lactarius mairei y Lactarius tesquorum, que también tienen cierta similitud, el primero de planifolios y el segundo exclusivo de jaras. No confundir con los níscalos, de látex anaranjado, nunca blanco.