Características:
Sombrero que en abierto puede superar los 15 cm, en un principio globoso pero abriéndose hasta quedar extendido, con el margen acanalado al llegar a la madurez, algo viscoso en tiempo lluvioso. Su color fundamental es el rojo, aunque a veces se difumina hacia tonos anaranjados, y está recubierto de copos blancos, a veces amarillentos y lábiles (pueden perderse con la lluvia). Cutícula separable.
Láminas blancas, libres y bastante anchas.
Pie blanco, central y cilíndrico, engrosado en la base en un bulbo que se encuentra adornado por ribetes concéntricos de consistencia algodonosa, a veces tintados de amarillo. Anillo blanco moteado de copos, colgante y persistente.
Carne blanca, solo bajo la cutícula adquiere tintes naranjas superficialmente, con sabor suave y olor ligeramente rafanoide.
Hábitat:
Es una especie muy frecuente y cosmopolita, se encuentra sobre todo durante el otoño, aunque no es descartable encontrársela en otras épocas del año si las condiciones son favorables. Aparece por igual en coníferas o caducifolios, sin preferencia especial por ningún tipo de suelo.
Observaciones:
Es una especie tóxica que contiene gran cantidad de sustancias peligrosas pero curiosamente, y a pesar del nombre, no es la muscarina sino el ácido iboténico su principal veneno. Existen unas cuantas variedades de esta seta; regalis, de sombrero rojo amarronado y escamas amarillas, actualmente con entidad propia; formosa, de sombrero amarillento y escamas del mismo color y aureola, de sombrero naranja y liso y volva más membranosa. Esta última es la variedad que el aficionado con poca experiencia suele confundir con la Amanita caesarea, la cual, sin embargo, tiene el pie y las láminas de color amarillo en vez de blanco.