Características:
Carpóforo con una forma similar a las trufas, a modo de pequeño tubérculo de aspecto bastante compacto y duro, más o menos esférico en ocasiones, aunque adoptando formas más irregulares de manera habitual, con diversas prominencias o gibas. Estamos ante una especie de pequeño tamaño, los ejemplares recolectados tenían un diámetro máximo que oscilaba entre 1 y 2´5 cm, aunque se referencian ejemplares algo más grandes, en torno a 3 o 4 cm. Se caracteriza por tener una gran variabilidad en cuanto al color, en una misma recolecta se pueden hallar ejemplares casi blancos junto a otros con tonos ocre oscuros e incluso negruzcos.
Peridio liso y glabro, de aspecto más bien seco, inicialmente blanquecino, pero deviniendo con la madurez a una importante variabilidad cromática, desde tonos ocres a casi neguzcos, incluso variegado en un mismo ejemplar. Formado por un exoperidio de hifas paralelas en cutis, y un endoperidio más intrincado, con hifas entrelazadas, esta configuación hace que sea un peridio dificilmente separable de la gleba, permaneciendo incluso en los ejemplares más maduros. Relativamente grueso, puede rondar de ancho las 250 a 300 micras.
Gleba de aspecto bastante compacto y de un color que va del ocre amarillento al pardo negruzco, adquiriendo al corte y a la manipulación manchas oscuras. Está formada por pequeñas celdas muy apretadas entre sí, sobre todo en los ejemplares jóvenes donde son dificilmente apreciables, con la madurez se abren un tanto, siendo ya más apreciables al ojo. Posee una columela poco destacada, y microscópicamente produce unas esporas lisas con forma preeminente de limones, pero con apéndice destacado en la zona de unión con el basidio, y así mismo con una zona apical prominente, además de paredes gruesas. Es habitual en esta especie la presencia de esporas con formas aberrantes.
Carne inexistente como tal más allá de la propia gleba, el olor de los especímenes jóvenes es poco acentuado, pero como sucede habitualmente, con la madurez adquiere un olor más fuerte que puede llegar a ser desagradable.
Hábitat:
Estamos ante una especie que tiene predilección por los suelos calizos, que fructifica generalmente en bosques de encinas, robles o avellanos, desde el otoño tardio hasta la primavera, por lo que podemos definirla como especie eminentemente invernal. Lo más habitual es que crezca de forma hipogea o semihipogea, si bien es cierto que se han encontrado ejemplares que asomaban en su totalidad a la superficie. Este estudio esta hecho en base a dos recolectas de la especie, una en la comarca de la Bureba burgalesa, en enero y bajo encina (Quercus ilex), y otra en la provincia de Alava, también en invierno, pero en este caso localizados bajo roble.
Observaciones:
Especie incluida dentro de la sección del genero Hymenogaster que incluye especies de esporas lisas, no ornamentadas y sin perisporio, cuya especie base es el Hymenogaster luteus, perfectamente diferenciable morfológicamente de la especie aquí descrita por su gleba amarillenta. Es en todo caso un género muy complejo que abarca más de 100 especies, aunque apenas son 7 o 8 las incluidas en esta sección, lo que facilita su identifcación de alguna manera. Ninguna especie del género tiene interés desde el punto de vista culinario, son especies duras y de mal olor y sabor generalmente, y a diferencias de las trufas estamos ante Basidiomycetes hipogeos, en el caso de este género crecen bastante cerca de la superficie y es habitual que asomen, aunque lo normal es encontralas con perros como en nuestro caso.